Ayer soñé... y en mis sueños, te ame

Ayer soñé,
y en mis sueños... te ame...

mas en aquel instante en que te quise,
como quiso el sol del poeta eterna primavera,
y en ese mi vacío obscuro, imperceptible,
en el confuso mundo de ser,
me acordé de aquel amor sublime;
de tu amor, cálido sueño y armonía,
que se perdía bajo una inmesidad tardía.

Fue así -tu amor-, como un camino de esperanza,
cómo el camino que un día florecío,
y yo, en mi embeleso
con mi ilusión de amor,
te amé y soné que tú me amabas,
pero ¿qué haré sí tu por mi no sientes nada?

Soñé, y sólo sueños fueron,
¡vaya ilusión maldita este recuerdo!
¡¿Por qué?!, ¡¿Por qué este amor que me consume?!
si ni siquiera un beso tu me has dado,
si tan sólo palabras de desprecio
de tu boca brotado.

Soñé, y sólo sueños fueron,
Ilusa sigo soñando tu llegada
año trás año, noche trás noche, trás mi triste ventana
y te imagino de nuevo mi amante y, en mis sueños,
te amo con pasión desordenada...
pero tu nunca a mi me dices nada.
Oh! Mi anhelada pasión,
mi tristeza sin fin y mi desgracia.

Ayer soñé,
y sólo sueños fueron;
el álito de la vida se ha marchado,
y tú en mí, y yo en tí, son ya imposibles...
más aún a las puertas del suicidio,te sigo amando, a pesar que ya no existes.

Palmira, Valle, Colombia, Mayo de 1992