No digas que ya todo está perdido
aún los corazones palpitan en el frío
los pájaros cantan y hacen nido
en los ramplones postes de la luz
en el árbol del barrio y en la selva talada.
No digas que ya todo está perdido
sí aún sientes el aire correr a borbollones
por el jardín velludo de tu fosas nasales
y la sangre hace su recorrido por tu cuerpo que herido
convulsiona en sus propios vacios.
No digas que ya todo está perdido
aún hay margaritas esperando a ser deshojadas
aún hay niños muriendo de soledad en la calle enlodada
y hombres arrastrando carretas
a pesar de la artritis y las canas.
No digas que todo está perdido
la vida es un eterno comenzar, no da tiempo al vacio
alza la cara al sol amigo mío y date cuenta
que tu llanto egoísta hace morir el mundo...
brinca de la ilusión al abismo concreto de la vida.
Camina a solas
la ruta extraña se estrecha, se abré
cae al hueco de sus meritos rotos
de sus aventuras de lunas y sus noches de sol.
No sabe a dónde ir,
con el paso del tiempo se da cuenta de que perdió el camino
se estrecharon las miras en el horizonte
ya no sera ni flor, ni medio día, ni arco, ni flecha
solo una mata fea en su maceta bella.
¿Cuándo paso?, no lo sabe...
cuando miraba el fuego del futuro
aquel alucinante brillo de la falacia
que le vendío ese mundillo mentiroso
o será que diseño mentiras a su medida
y las mentiras se hicieron rejas a su paso...
La mata se marchita...
prefiere ser flor expuesta a los ladrones
que mata bien cuida pero muerta
prefiere ser ave
que doméstica de besos y necedades
prefiere ser canción en voz profana
que voz esplendorosa en su balcón de nada
¡Pobre mujer!
parece que ella misma se invento su cárcel
y ahora la realidad la aturde a bofetadas.
